El niño no quiere tomar el remedio
El mejor método para suministrar una medicina a un niño
Elegir el medicamento adecuado y la dosis exacta es un asunto que Usted deberá consultar con el Doctor, pero es ahí donde entra en juego su niño: él puede tener idea acerca de esa “cucharada” que usted quiere administrarle. Generalmente, los bebés presentan menos dificultades que los niños más grandes y más independientes, y que en determinado momento pueden negarse rotundamente a abrir la boca.
Hay métodos generales que usted puede utilizar para suministrar medicinas a su hijo.
Es adecuado realizar un acercamiento positivo y real, ya que si usted espera que el niño rechace algo sin haberlo intentado, seguramente lo hará.
Es muy importante que no se asuste.
Prepare el dosificador o la cuchara de forma en que él no la vea mientras lo hace.
Si todo esto falla, puede recurrir a ofrecerle una recompensa.
No es aconsejable administrar al niño el medicamento cuando está tendido, pues puede ahogarse.
Casi todos los medicamentos infantiles se presentan como jarabes.
Algunos niños, ocasionalmente, pueden preferir pastillas, pero la edad para que las ingieran puede variar en gran medida. Muy pocos niños menores de cinco años pueden tragar comprimidos.