Prevención del abuso de alcohol
Prevención del abuso de alcohol
Las publicidades sobre cervezas, vinos y espumantes prometen éxito con los amigos, el amor, y la diversión. Los hermanos mayores hacen “previas” antes de ir a bailar. Los padres muchas veces toman vino y en la heladera suele haber latas de cerveza al alcance de la mano.
Inducimos así, a un consumo asegurado.
El alcohol es una droga aceptada, naturalizada, minimizada, que se bebe en edades cada vez mas precoces, donde existe alta vulnerabilidad psicológica.
Fortalecer a un chico para que tenga un espíritu crítico ante “todo lo que se le vende”, ser fuertes ante la presión grupal y que pueda cuestionar hasta a sus referentes, ayudando a que puedan estar prevenidos a todo lo que les puede perjudicar.
Es importante, desde la escuela primaria, darles recursos en habilidades sociales, evitando necesitar “incentivos” como el alcohol, para encontrar el éxito social anhelado.
Ayudarlos a tener criterio propio, evitando someterse a estigmas adjudicados como: “Sos un aburrido, un nerd, etc.”
El alcohol es una de las pocas drogas sedativas y dependígenas que tiene legalizado su consumo.
Un importante predictor del futuro y desarrollo de los chicos es la función de los padres; ellos comienzan a construir premisas, valores, ideales desde donde posteriormente se ejerza la toma de decisiones del cuidado de su propio cuerpo y de las responsabilidades que irán teniendo de sus acciones.
En una sociedad, donde faltan los referentes confiables y modelos para imitar, se necesitan adultos que guíen las nuevas generaciones, en un buen proyecto de vida.
Todos tenemos un enorme compromiso con los jóvenes, no ser cómplices en la venta de bebidas a menores, estimulación en la exposición de bebidas en el hogar, etc.
Los docentes, tienen un papel decisivo, deben formarse en programas de prevención para luego entrenar a los chicos en habilidades de afrontamiento, como, expresar sus sentimientos, habilidades alternativas frente a la agresión, habilidades que permitan hacer frente al estrés, habilidades de planificación.
La transmisión familiar, escolar y social, moldea las expectativas sobre los efectos de las acciones que se llevan a cabo.
La prevención y las intervenciones tempranas dirigidas a modificar las expectativas relacionadas con el alcohol, pueden evitar el abuso.
Es muy importante, involucrar al entorno, creando lazos sociales, que favorezcan la planificación y el protagonismo para captar el entramado comunitario.
Ofrecer posibilidades recreativas, deportivas, artísticas, solidarias que eviten ser captados en actividades autodestructivas.
Los chicos, plantean un desafío a la familia, exigen que se flexibilicen los adultos, encontrando salidas creativas ,frente a los cambios que se acontecen.
La familia es un puente, un nexo entre la sociedad y el individuo, una especie de matriz primaria, y el grupo de pares actúa como matriz secundaria.
Ambas, participan en el desarrollo de la personalidad del joven, base para el tipo de conducta futura, actitudes, valores y estilo de vida.
Muchas conductas autodestructivas, suelen ser ,consecuencia de la anomia familiar, a partir de abandonos reiterados, disolución de la familia, alcoholismo de algunos de sus miembros, emigración y transculturación, depresiones, violencia, convirtiendo a los chicos en marginados afectivos.
Estos jóvenes, son aptos para la impulsividad, con baja tolerancia a la frustración, expuestos a la manipulación de sus pares o personas tóxicas.
Muchos chicos, viven sin proyectos, sin controlar sus impulsos, con baja capacidad de autorregularse.
A mayor déficit de las funciones familiares, mayor vulnerabilidad a las adicciones.
Los familiares y docentes, deben desarticular estas manipulaciones y creencias.
Hay factores psicosociales que ejercen presión para sostener la pertenencia a un grupo.
Los jóvenes deben conocer las consecuencias primeras de alcohol como la hiperemotividad, irritabilidad, celos exacerbados, impulsividad, trastornos en el rendimiento escolar y atención.
Así también, las consecuencias mas graves por abuso de alcohol como serios problemas de salud (afectación en el sistema cardiovascular, sistema nervioso, hígado, páncreas) proclividad a accidentes y actos delictivos, problemas sexuales, etc.
Los programas de prevención´, incluyen análisis de canciones donde naturalizan el alcohol, críticas a publicidades, observación de personas alcohólicas, testimonios, etc.
Ser conscientes de las razones que los llevan a consumir, por ejemplo: conseguir placer, experimentar euforia, compartir excitación en compañía con otros.
Creencias que los hace mas sociables, relajados y exitosos sexualmente.
“Las creencias modelan las conductas y forman las expectativas”
Armarlos en el desarrollo de capacidades personales y grupales los hará jóvenes eficaces, capaces y felices, formando así, los líderes del mañana.
Mónica Aguirre de Kot
Lic. en Psicología (UBA)
Especialista en Niños y Adolescentes y Flia. (ABNAD)
Dra. en Psicología (UB)
Autora del libro “La adolescencia y el alcohol”
(Incluye un programa de prevención desde la escuela primaria)
Editorial Lumen