Obesidad Infantil
Obesidad Infantil
La obesidad es una enfermedad que se debe al exceso de grasa corporal y que produce complicaciones físicas y psicológicas; por estos motivos requiere de su prevención y/o tratamiento. No se debe esperar a que el niño con obesidad o sobrepeso crezca para que mejore solo, sin ayuda profesional, porque muy frecuentemente esto no ocurre.
En Argentina, la frecuencia de obesidad a nivel nacional en niños menores de 5 años fue casi del 10%, o sea 1 de cada 10 tenía obesidad. Somos uno de los países latinoamericanos con mayor presencia de obesidad en población pediátrica.
En la mayoría de los pacientes afectados, la causa surge de la interacción de factores ambientales como el tipo de alimentación y la falta de actividad física y la herencia, mientras que un pequeño porcentaje (3-5%) se debe a enfermedades endocrinológicas, hipotalámicas, farmacológicas o secundarias a síndromes genéticos.
Dentro de las complicaciones físicas que conlleva la obesidad encontramos:
-presión arterial alta,
-el aumento de triglicéridos y colesterol malo (LDL) y descenso del colesterol bueno (HDL),
-grasa en el hígado con o sin inflamación,
-cálculos en la vesícula,
-azúcar alta en la sangre (pudiendo llegar hasta diabetes),
-interrupción de la respiración durante el sueño (llamadas apneas del sueño),
-afecciones en caderas y piernas. También puede acompañarse de ansiedad o depresión.
Para lograr una prevención temprana es necesario realizar una alimentación saludable, actividad física 1 hora por día, disminuir la exposición a pantallas a 2 hs diarias y dormir lo adecuado para la edad.
La alimentación debe estar constituida por las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena).
A partir de los 2 años pueden recibir lácteos descremados en el desayuno y merienda, evitar galletitas dulces o productos de pastelería diariamente, utilizar más galletitas integrales o pan integral con queso descremado y/o mermelada común o diet según el estado nutricional.
En el almuerzo y la cena debe de haber vegetales crudos o cocidos (excepto papa y batata), y frutas; no utilizar postres lácteos tanto enteros como descremados.
Las carnes (vaca, pollo o pescado) 1 vez por día el tamaño de la palma de su mano.
Los cereales como polenta, arroz y fideos y los vegetales como papa y batata pueden estar en ambas comidas, pero su cantidad dependerá de la edad y de la relación peso/talla. Generalmente es 1- 2 puños de la mano del niño cocido en cada comida. Estas sugerencias deben ser adecuadas a cada uno por su Pediatra.
Es también necesario concurrir a los controles médicos adecuados según la edad, para que el profesional pueda evaluar la relación del peso con la talla y determinar si hay menor (sobrepeso) o mayor (obesidad) grado de exceso de grasa corporal.
El rol del Pediatra será hacer la prevención o el diagnóstico de estas enfermedades como también de sus complicaciones para lo cual solicitará laboratorio y ecografía abdominal.
Eventualmente puede requerir Rx de cavum y valoración cardiológica. En la solicitud de laboratorio incidirán los antecedentes familiares, la presencia de alguna enfermedad de base y el grado de exceso de grasa corporal.
Si el niño/adolescente con sobrepeso u obesidad que quiere practicar deporte, se le realizará evaluación cardiológica.
Datos del autor:
Dra. Patricia L. Casavalle
Médica Pediatra especialista en Nutrición Infantil
Dra. de la UBA
Jefa de la Sección de Nutrición Pediátrica del Hospital de Clínicas José de San Martín.
Docente adscripta a las Cátedras de Pediatría y Nutrición de la UBA.
Jefa de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Bioquímica general y bucal de FOUBA.
Cofundadora de NutriPedia: www.nutri-pedia.com.ar/
Consultorio: Avenida de Mayo 536, Ramos Mejía. TE: 4656-9536