Sobrevivir a un hijo adolescente

Sobrevivir a un hijo Adolescente.

Lic.Vanina Paola Brener.

Uno de los grandes desafíos como padres es sobrevivir y acompañar a un hijo adolescente.

Pero que es la Adolescencia? 

Porque ya no reconozco a mi hijo? 

Lo que antes le gustaba ahora no …Esta todo el día de mal humor y muy irritable…Ya no charlamos como antes…Esta todo el día encerrado en su cuarto…

La adolescencia de un hijo conlleva al inicio de un recorrido por un mundo desconocido  tanto para los padres, la familia como para el protagonista. La tarea más importante de los padres en esta etapa es la de acompañar y ayudar al crecimiento de su “nuevo adolescente” en este hermoso recorrido de nuevos desafíos y equilibrios por lograr.

Pero comencemos por el principio….

 Que es la pubertad o preadolescencia ?

Desde el punto de vista Psicológico se trataría de una etapa de crisis en el aparato psíquico debido al surgimiento de los cambios corporales, (caracteres primarios y secundarios).

El acontecimiento inédito, que antes no estaba, sería la maduración del cuerpo. El rechazo o la expresión de desagrado de los púberes frente a las caricias o acercamiento de los padres, está relacionado con este suceso.

En los comienzos de la pubertad se observa un desarrollo distinto en el varón y en la niña. La preadolescencia masculina se caracteriza por sensaciones de agitación, desasosiego, impaciencia, así como una voracidad oral y  un lenguaje sucio. Habría una dejadez en materia de limpieza, una fascinación por los olores y una producción de ruidos onomatopéyicos. Los varones en general se agrupan con otros varones y forman su “Manada”.

El factor orgánico más importante de la pubertad femenina es la maduración sexual, este influye en la relación de la niña con su cuerpo, comienza a usar cremas a maquillarse, a ponerse adornos y joyas.

Uno de los logros en la adolescencia, debe ser la adquisición de la independencia, los antiguos lazos deben romperse y crear nuevos vínculos.

Para esta tarea se desvalorizan los objetos anteriores, como modo de abandonar la super estimación infantil respecto de los padres. Cuanto más simbiótica fue la relación con los padres, más traumática y difícil es la elaboración de una nueva modalidad de vinculo que sustituya una modalidad infantil por otra más adulta. Durante un tiempo el lugar de los padres es ocupado por los maestros, lideres, músicos, héroes etc.

En esta etapa del desarrollo se crea un vacío entre dos mundos, el que desaparece (mundo infantil) y otro que todavía no se formó, este vacío es llenado por emociones que se dirigen al propio yo, por eso esta etapa se caracteriza por la “megalomanía de la adolescencia.” El adolescente se desilusiona con facilidad, son poco tolerantes a las críticas, sobre todo de los miembros de la familia. Experimentan las emociones con un éxtasis exuberante y tienen una hiperestimación de sus emociones. Así como pueden dejarlo todo por el objeto amado, también este es fácilmente abandonado y sustituido por otro.

La facilidad para el enamoramiento es más típica en las niñas. Muchas se dirigen a objetos que a penas se conocen o no se conocen en absoluto. Lo más importante para ella es amar, por eso la persona amada no necesita tener una realidad objetiva (puede ser un actor, musico famoso un deportista etc).

Muchas veces la propia inquietud por lo que está atravesando el joven, se vivencia como incomprensión por el medio que lo rodea, se sienten amenazados en su individualidad y con la sensación de que sus alas están cortadas, reclamando su derecho a vivir su propia vida.

Frente a la dificultad de poder encontrar un sentido al vacío entre estos dos mundos, el púber se vuelve poco creativo y aburrido.

Durante la pubertad tanto las niñas, como los varones se sienten atormentados por un sentimiento de inseguridad. El intento de adaptarse y dominar la realidad por parte del yo muchas veces es interrumpido por oleadas de la sexualidad.

Este es un periodo de la vida donde el/la joven se enfrenta a nuevos y grandes desafíos. Durante este transcurrir precisa de la contención y acompañamiento parental-familiar. Tarea difícil de enfrentar para los padres que sienten que han perdido a su chiquito y todavía no terminan de reconocer en este nuevo joven en desarrollo a su pequeño. Pero también es un camino complejo para los protagonistas que por momentos se sienten desconocidos dentro de ese cuerpo que le dispara sensaciones nuevas y al cual por momentos no terminan de dominar.

 Se trata de un redescubrirse en ambas direcciones y recrear los vínculos establecidos hasta ese momento. Un mundo nuevo de experiencias por descubrir juntos o separados, padres e hijos…