Comunicación Familiar
COMUNICACIÓN FAMILIAR
Definición de comunicación:
La comunicación es una forma de interacción en la cual las personas intercambian información con otras personas, siempre y cuando haya entre ellas un conjunto de precondiciones, conocimientos y reglas que hacen posible la comunicación.
Tipos de comunicación:
Las personas comunican mensajes verbales y no verbales. En un mensaje existe quien emite el mensaje y otro que lo recibe (emisor-receptor). Se llama comunicación directa cuando ocurre de un sujeto a otro, sin utilizar un intermediario. Es comunicación indirecta cuando se requiere de otro individuo para que el mensaje lo reciba un tercero.
Una característica importante de la comunicación, es que en ella existe un matiz afectivo, lo cual en determinadas situaciones complica los procesos de comunicación.
La comunicación familiar tiene una estructura compleja en donde figuran en todo momento no sólo mensajes interpersonales directos, sino un sistema de señales muy valiosas para que la persona que recibe el mensaje se percate de la categoría correcta a la que debe encuadrarse la secuencia de los mensajes transmitidos. Este sistema de señales constituye algo serio en forma literal o de metáforas. Tal serie de señales suele ser extraverbal y se modula mediante el tono de voz, la mímica y los gestos.
retroalimentada
Existen códigos particulares de comunicación en las familias. La influencia entre las personas que las integran adquiere una mayor complejidad cuando se considera que en cada interacción no solo participan los actores principales, sino también, de algún modo los demás miembros de la familia.
En las familias existen cadenas de interacción que se repiten, siendo esto un reflejo de su organización. Si las respuestas que la familia da ante determinadas problemáticas son positivas, seguramente ante un evento similar sepa como actuar.
La comunicación “negativa” o “disfuncional”, implica la falta de responsabilidad por el autocontrol de las emociones negativas. Cuando no se controlan dichas emociones se cae en conductas agresivas, lo cual se ve reflejado cotidianamente en las familias; por ejemplo, cuando un niño comete algún error, los padres lo castigan de forma impulsiva, sin ser escuchado. Para esto es importante analizar lo siguiente:
a) Qué pasa por nuestra mente.
b) Qué sensaciones existen en ese momento.
c) Preguntarse si esos pensamientos y sensaciones no son producto de concepciones falsas, manejos inadecuados, falta de conocimiento de uno mismos y de las personas más cercanas, frustraciones no resueltas, temores ocultos, etc.
El actuar sin responsabilidad implica:
Que se creen sentimientos de culpabilidad.
Que se interactúe de forma negativa y violenta.
Que se repita el sufrimiento o dolor, provocando deterioro moral, psicológico e incluso de la salud física de los integrantes de la familia, además conlleva a la desintegración y el rompimiento en las relaciones.
Quien incurre en actos agresivos, tiene un manejo ineficiente de su comunicación.
Una vez que se han analizado las situaciones que dificultan la comunicación, es importante identificar algunas formas adecuadas de expresión de los mensajes, que vayan orientadas a comunicar con responsabilidad lo que se quiere facilitando y promoviendo el diálogo constructivo.