El niño y su personalidad
El niño y su personalidad
La personalidad de un niño es el resultado de la herencia y del medio ambiente, es decir, del entorno (padres, hermanos, amigos, maestros).
Los niños aprenden mucho jugando y de esto algunas cosas las aprenden de sus padres y otras de sus hermanos y amigos.
Los primeros cuatro años son los más importantes, por lo que deben ser satisfechas sus necesidades básicas: comida, amor, comprensión, etc. Así tendrá más posibilidades de crecer como una persona digna y feliz.
Todos los juegos tienen como denominador común la imitación y debemos permitirle que lo haga. Autorizarlo, motivarlo y no decepcionarlo.
Algunos padres se molestan porque sus hijos se comportan mal en casa pero con otra gente, amigos o inclusive en otra casa se comportan de manera diferente.
¿Por qué es esto?
Sencillamente porque el entorno es distinto.
Los padres deben saber que el niño puede comportarse de diferentes maneras de acuerdo al lugar en donde esté y en cada uno de estos comportamientos podremos descubrir algo.
Por ejemplo en casa, lo notamos quizás tranquilo, sosegado y cuando esta con sus compañeros se lo ve movedizo o con ideas superiores o también experimentar algunas habilidades con sus manos o pies, cantar, bailar, etc.
Es importante que los padres presten atención a este mensaje.
Los pequeños también mostrarán a una determinada edad cierto carácter que, con el tiempo, podrán cambiar por lo que se lo debe aceptar y comprender.
En resumen:
El niño está influenciado por las experiencias de los padres y los problemas de la casa.
Cada niño es diferente. El trato debe ser flexible y adaptable a sus necesidades.
La personalidad de un niño es el resultado de la herencia y del medioambiente, es decir, del entorno (padres, hermanos, amigos, maestros).
Los primeros cuatro años son los más importantes, por lo que deben ser satisfechas sus necesidades básicas.
Los problemas psicológicos de un adulto (agresividad, inseguridad, ansiedad, infelicidad conyugal, etc.) tienen su origen en los primeros años de su vida.
El segundo niño no se criará con las mismas exigencias que el primero.
No existen niños inadaptados, sino que los niños reaccionan dependiendo del medio en el que viven, y tal vez este medio sea difícil para cada uno de ellos.
En la mayoría de los problemas infantiles se debe iniciar una orientación familiar para poder solucionarlos.
Si un niño desde pequeño logra lo que se propone, rápidamente adquirirá confianza en sí mismo, intentará nuevas experiencias y su personalidad será la adecuada para su vida.
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